El amor del Ceo mexicanoES

Chapter 27



Chapter 27

El desmayo Chapter 27

Cuándo Cristóbal terminó de vestirse Camill lo llamó

Cristóbal será mejor que te vayas, Creo que aquí ya has hecho suficiente, además tengo que salir a hacer unas diligencias

Me acompañarás a la oficina Camill, respondió el Ceo mientras terminaba de pasar la mano por su cabello, su costoso reloj en la muñeca mostraba su buen gusto y elegancia

Por supuesto que no! no iré a qué tus socios me hablen y tú tengas un ataque de celos, como con los rusos y ballesteros! _buena memoria deberías de tener para otras cosas mujer!

Cómo dije, no iré! _ no quieres empezar a trabajar en tu nuevo empleo bien remunerado? preguntaba el Ceo haciéndose el disimulado pero viendo por el espejo la reacción de Camill

Pero por qué te tardas tanto? mira la hora que es? ya deberíamos estar allá! _ allá donde Camill? _en mi empleo! donde más? por fin vas a cumplir algo de lo que prometiste, un poco más y dejó de creer en ti por completo

Con la mirada entrecerrados Cristóbal dijo a la mujer que yacía perfecta y hermosa frente a él, mi palabra es ley para mi mujer! lo que prometo lo cumplo todavía no te a quedado claro? preguntó el poderoso Ceo muy cerquita de Camill, ella se puso nerviosa pero trato de disimular que su sola presencia la descolocaba

!Salvaje! quién te educó? los simios de la selva? _ me estás queriendo decir que me parezco a tarzán? _con perdón de él, por qué por lo menos el tenía un corazón puro y noble, en cambio t

Yo cancelaré la cita que tenemos si sigues buscándome apodos y comparaciones! mejor por qué no buscas trabajo en alguna cocina, digo si es que sabes cocinar, por qué hasta ahorita no e visto ninguna

de las cualidades de las que tanto presumes!

Oh! si, esas las estoy guardando para cuándo me vuelva a casar, se las guardaré y se las daré am i esposo, te aseguro que será un hombre muy afortunado de tenerme!

Cristóbal apretó los puños, si tú lo dices, yo más bien pienso que ese esposo del que hablas llevará un castigo a cuestas por el resto de su vida contigo como esposa!

Camill le iba a responder de nuevo pero recordó la cita de trabajo, no quería hacer enojar al ya d e por sí malhumorado Ceo, mejor vámonos así te deshaces más rápido de mí y yo me independizó más rápido, te imaginas que no nos volviéramos a ver?

Muy tentador no lo puedo negar, Cristóbal hizo un ademán de que tenía prisa, apúrate mujer está oportunidad no la podemos perder! _ Camill se dió cuánta perfectamente de su sarcasmo, después de ti Cristóbal dijo con una sonrisa de alegría fingida

En el camino hacia la compañía, Cristóbal mandaba unos merisajes importantes, Camill solo miraba pasar las calles por la ventanilla del auto, ella iba pensativa, un buen trabajo es lo que más necesitaba en estos momentos, ella no quería depender de nadie Text © owned by NôvelDrama.Org.

Cristóbal de vez en cuando levantaba la mirada , que tanto estará pensando, estará pensando e n Renzo Mandujano o en el imbécil de Rodrigo Mendoza! assshs! maldición por qué debería importarme en quien carajos piensa está mujercita rebelde!

Cristóbal se molestaba con el mismo por los enormes celos que Camill despertaba en él, siempre fue malhumorado pero civilizado, ahora parecía que se había convertido en una bestia como bien decía Camill

Llegaron y subieron por el elevador privado hasta la oficina del frío Veo, Camill estaba un poco mareada, ella no había probado bocado y toda la actividad física de la noche le estaba pasando factura,

la secretaria de Cristóbal ya le tenía preparado un café negro junto con un sándwich integral

Camill gustas de mi sándwich? no hemos comido nada y mira la hora que es? _si, contigo me espera una vida de hambres y necesidades, dijo Camill rodando los ojos

El secretario Martín no pudo evitar reirse mientras le acomodaba unos documentos a su temible jefe

Que has dicho Camill? que te mato de hambre y te hago pasar necesidades? _ lo escuchaste bien, no es así? Camill se lo reafirmaba mientras que Martín salía discretamente de la lujosa oficina de su jefe

El poderoso Ceo quería fulminar con la mirada a su esposita, parecía que se empeñaba en querer sacarle canas muy joven

Mejor buscaré a Martín, él sabe dónde venden unos sandwiches deliciosos aquí cerca, te dejo u n momento, Camill salió en busca del amable secretario cuando al atravesar la puerta sintió un fuerte mareo, por fortuna Martín ya regresaba y la alcanzó a tomar en brazos, Martín era un joven alto, musculoso y fuerte, delgado pero fuerte

Jefe! jefe! gritaba el secretario con Camill en brazos _ Cristóbal refunfuño de mal humor, por qué estás gritando como verdulera Martín? Jefe! es la señorita Camill! _ Cristóbal saltó de su cómoda silla de inmediato, salió y al ver la escena no sabía que sentía más si preocupación por Camill o celos de su asistente por tener en sus brazos a su esposa

Trae acá Martín! El imponente Ceo le arrebató a la hermosa joven de los brazos a su asistente, que fue lo que pasó? preguntaba Cristóbal mientras trataba de reanimar a Camill

No lo sé jefe! cuando venía de regreso ella estaba por caer al suelo y golpearse, yo solo la

Fidesmayo

alcancé a tomar en mis brazos para que no se lastimara

Camill estaba pálida como un papel en blanco, por dios mujer que te está pasando? por qué estás así? el hombre se sentía culpable por haberla torturado toda la noche con su cuerpo y den o alimentarla, pero no pensó que ella tuviera un organizmo tan débil

Trae alcohol Martín de prisa! se me está yendo está mujer! Camill despierta, te llevaré al mejor restaurante a comer para que te repongas pero despierta!

Martín encontró en el botiquín de primeros auxilios alcohol y una bolsita de algodón, mojó un poco una torunda y se la dio al Ceo para que la pasará por la pequeña naricita de su esposa

Camill comenzó a reaccionar muy lentamente, su color no volvía del todo, ella estaba despertando recostada en ese costoso sillón ante la mirada de preocupación de Cristóbal y Martín

Qué... que me pasó? dónde estoy? tú! que me hiciste Ceo del demonio? _ está vez yo no te hice nada Camill, te desmayaste por no comer, estás toda débil! por qué no me dijiste que te estabas sintiendo mal?

Fue solo un mareo Cristóbal, no le tome importancia, eso pasa por qué tu solamente me..... yn o me alimentas!

El asistente Martín por supuesto que entendió perfecto lo que la esposa de su jefe quiso decir, u n color escarlata se formó en su rostro de inmediato, Cristóbal no tomó bien que escuchará sus intimidades y ordenó que fuera por una botella con agua

Eso es para que antes de llamarme bestia y enfrentarme en el futuro lo pienses mejor! de lo contrario ya sabes lo que te pasará, le susurró Cristóbal al oído a su mujercita..


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