El enigmatico regreso

Capítulo 308



Capitulo 308 Se siente agradable tocarlo

Este giro inesperado de los acontecimientos dejo a Jean momentaneamente aturdido. No esperaba la accién improvisada de Neera mientras estaba tan aturdido.

Sin embargo, la mente de Neera estaba confusa y no logré comprender el significado de la situacion. Por lo tanto, ella sin pensar se bajo la ropa, exponiéndole la herida.

Al darse cuenta de lo que acababa de suceder, Jean se sorprendi6 y su mirada se dirigid rapidamente al hematoma en la parte baja de su espalda. Cuando sus ojos se fijaron en la considerable contusién, su expresion se puso rigida abruptamente.

A pesar de haber aplicado anteriormente un ungtiento medicinal en el hospital, la hinchazon persistié y mostré signos evidentes de un impacto sustancial.

Su expresion se ensombrecid y no pudo resistir el impulso de tocar suavemente la zona afectada.

Una sacudida de sensaci6n recorrid a Neera como si una corriente eléctrica la hubiera atravesado, lo que la hizo estremecerse involuntariamente en el instante en que las yemas de los dedos de Jean rozaron su piel.

Esta doble sensacion, dolor y un hormigueo inesperado rompieron la neblina somnolienta que la habia envuelto durante la mayor parte del dia, devolviéndola a la plena conciencia. Una oleada de calor le sonrojé las mejillas.

éHabia perdido la cabeza? éPor qué le habia permitido con tanta naturalidad levantarle la ropa? ~Estaba fuera de si?

Al mismo tiempo que se reprendia internamente, Neera involuntariamente dio un par de pasos hacia atras, con un rastro de vergtienza coloreando sus rasgos.

Observando su accién

Can levant6 una ceja sutilmente y retiré la mano en respuesta. Un gesto que Neera, tu

No deseando verlo, ciertamente lo noté.NôvelDrama.Org exclusive content.

Al tocar su mejilla, la mente de Neera se Ilendé de una mezcla de disgusto e incredulidad. gPor qué habia reaccionado tan torpemente?

Mientras luchaba contra estas reflexiones internas, Jean mantuvo su comportamiento sereno, su voz resonaba con profundidad cuando pregunto: “;Es grave la lesién? ¢Lo hiciste revisar?

Neera sacudié la cabeza, su voz era suave, posiblemente debido a la persistente vergiienza.

“No, probablemente sea solo un hematoma. No es nada serio. Tengo moretones, enrojecimiento e hinchazon con frecuencia y tardan un poco en desaparecer”.

Al observar su respuesta, Jean sonrié y su expresion adquirié un tono frio. Ella siempre habia estado tranquila, por lo que tal lesion podria haber ocurrido debido a un conflicto.

“Me

te que tuviste un accidente por teléfono antes. ;Que pasd exactamente?”

Su pausa se encontré con la pregunta inquisitiva de Jean y, después de un momento de vacilacion, Neera respondio: “Sali durante el dia y tuve un conflicto con la familia Garcia, especialmente con Roxanne. Aunque sufri una lesion, logré contraatacar de manera mas efectiva y Roxanne termin6 peor que yo”.

Los rasgos de Jean se oscurecieron ante esta revelacion, una clara sefial de su disgusto. Sin embargo, saber que Roxanne no habia salido ilesa atenud su ira hasta cierto punto.

La conversacion volvié a centrarse en los trillizos, impulsada por Jean: “El guardaespaldas menciono que los trillizos fueron llevados por una mujer desconocida. ! Vine a preguntar sobre eso”.

Neera lo tranquilizo: “Esta bien, esa es mi asistente, Katy. Ella es digna de confianza. Le confié a ella que los recogiera”. Satisfecha con su explicacion, Jean no hizo mas comentarios.

Con la intencion de irse, comenzo a caminar, pero después de solo un par de pasos, gird ligeramente la cabeza para mirarla, su voz era la de un baritono mesurado: “;Has cenado?”

Neera sacudié la cabeza y respondié: “Todavia no, pero esta bien. Katy deberia traer algo cuando regrese con los nifios”.

Jean miré su reloj y hablo con decisién: “No la esperes. Cenar en mi casa. Ya esta preparado”.

Instintivamente, Neera iba a declinar la oferta, pero la mirada en sus ojos hacia evidente que no aceptaria un no por respuesta. De mala gana, ella acepté: “Esta bien”.

“Entonces me cambiaré arriba’, afiadio.

Al observar su atuendo, la mirada de Jean se detuvo momentaneamente en su pijama antes de asentir: “Adelante. Esperare aqui.”

Neera asintio en respuesta y rapidamente subid las escaleras para cambiarse. Cuando regres6, siguid a Jean a su residencia vecina.

Al verla, Richard la saludo con una calida sonrisa y rapidamente afiadio otro juego de tazones y cubiertos. Neera expreso su gratitud, tomo asiento frente a Jean y comenzo la comida.

La fatiga parecia haber disminuido su apetito y sdlo comié una pequefia porcién. Mientras dejaba los palillos, su mirada se posd inadvertidamente en los dedos del hombre, que llevaban cierto adorno, que era el anillo de bodas.

Desconcertada, sintid una oleada de delicadas emociones recorriéndola.

Inesperadamente, lo uso.


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