Capítulo 26
Capítulo 26
Capítulo 26
La persona envió una grabación de audio a Kathleen y ella lo abrio:
-Samuel, eres el mejor. Me gustas mucho.
– Nicolette, yo también te amo… Eres tan seductora. Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.
-Samuel quiero estar contigo para siempre. Quiero ser tu legítima esposa y tener a tus hijos.
-Yo también quiero estar contigo. Haré que Kathleen te done su médula ósea. Ya lo he arreglado. No te preocupes.
-Samuel, esfuerzate mas. Dame más placer.
-Claro. Te satisfaré.
¡Bam! El teléfono en la mano de Kathleen cayó al suelo. Su rostro estaba pálido y todo su cuerpo temblaba.
Dijo que todo habia sido arreglado. ¿De verdad planeaba forzarla? ¿Cómo pueden ser tan desvergonzados y seguir pensando en mi médula mientras se besan? ¿Cómo puede Samuel ser tan imbécil?
No podía creer que fuera el hombre que habia amado durante los últimos diez años…
Dedicando su corazón a la persona equivocada, nunca se habia sentido tan disgustada. Se tranquilizo y volvió a agarrar el teléfono.
Envió un mensaje a la otra parte: [¿Quién eres?] Sin embargo, esa persona ya la habia bloqueado. El único proposito del remitente era hacerle escuchar la grabación de audio.
De seguro lo hizo con buena intención para informarle del asunto entre Samuel y Nicolette. O quizás, esa persona era Nicolette, presumiendo ante ella.
Sin importar de quien fuera, estaba disgustada. Como el remitente ya la ha bloqueado, no insistió. Guardó la grabación de audio para poder utilizarla como prueba en el futuro.
Al dia siguiente, bajó a comer después de despertarse. Mirandola, Wynnie pregunto:
-Samuel no estaba en casa anoche, ¿verdad?
Kathleen asintió:
-Este chico… – Wynnie estaba disgustada,
-Supongo que se debe a todo el trabajo de la empresa. Además, la residencia de los Macari está un poco lejos de la empresa, asi que se quedó en el condominio -explicó Kathleen.
Wynnie la miró con una mirada ambigua, «¿Cuánto tiempo va a encubrir a Samuel?>>
-Le llamaré más tarde -dijo su suegra. Kathleen dudo antes de responder:
-Mama, olvidalo. Está muy ocupado. Es hora de volver a hacer el informe trimestral. No va a andar por el
hospital aunque este libre.
Samuel siempre estaba ocupado al final de cada trimestre. Kathleen era consciente de ello, v había descubierto su patron.
Cuanto más ocupado estaba, mas candentes eran sus noches. Luego, refrescado, se ponía a trabajar. Por desgracia, la persona con la que quería enrollarse había cambiado a Nicolette en lugar de a ella.
Deberia estar agradecida, ya que ella ya no era la válvula de escape de sus emociones.
Wynnie reflexiono un momento y se quedó en silencio. ¿Creía Kathleen que no iba a hacer la llamada despues de lo que dijo?
En cambio, fue al hospital y entró en la sala de Nicolette.
Como cra de esperar, Samuel estaba alli.
Nicolette estaba actuando con coqueteria:
-Samuel, dame de comer.
-¿No tienes manos? –Wynnie se cruzó de brazos-. Bien podrias cortarte las manos si no las usas.
-Mamá, ¿qué estás haciendo aqui? -Samuel frunció el ceño. Wynnie le miró con rabia.
-Ayer llevabas esta ropa.
«Parece que si pasó la noche aqui, se percató.
-Acabo de llegar de la empresa. Pienso cambiarme en casa más tarde -explicó Samuel con calma.
No estaba mintiendo. Tras discutir con Kathleen, se dirigió a la empresa. Estuvo ocupado con el trabajo hasta las siete de la mañana y fue al hospital solo después de que Nicolette le llamara.
-Samuel, eres mi único hijo. He respetado tu decisión desde que eras joven -la voz de Wynnie era severa-. Durante veintiséis años, lo único que he interferido es en tu relación con esta mujer.
-Sra. Macari, sé que no le gusto, pero… -Nicolette pronunció en voz baja.
-¡Cállate! ¿Qué derecho tienes a hablar delante de mi? -intervino Wynnie con desdén. Agraviada, Nicolette bajo la cabeza. Lo hizo a propósito para que Samuel sintiera pena por ella.
– Nicolette, no tienes que hacer ningún truco. ¿No lo hiciste solo para que Samuel se apiadara de ti?- la expuso-. Déjame decirte algo: Ya que he impedido que se junten, ¡voy a seguir igual! ¡Prefiero que Samuel se quede soltero toda su vida a permitir que pongas un pie en la familia Macari!
Nicolette se mordió los labios.
-Mamá, eso no es lo que quería decir Nicolette -Samuel frunció el ceno.
-Samuel, entiendo a las mujeres mejor que tú. Desde que has decidido estar con ella, Kathleen esta destinada a salir herida. Es una niña lamentable. Desde que sus padres murieron, no hay nadie a su lado en
confiary buscar lusticia para clla. Yo tomare las decisiones por ella hoy. Divorciate de ella, y deja de torturar a esa pobre nina. Yo convencere a tu abucla.
Con eso, se dio la vuelta y se fuc.
Samuel hizo una mucca: «Mama vino aquí sólo para decirme esto?
Nicolette estaba encantada de escuchar eso. «Si Wynnie va a decidir sobre el divorcio entre ellos, puedo perdonarie que me haya reganado asi hace un momento», se burló.
–Samuel, por fin podemos estar juntos -lloro de alegría.
Samuel la miró.
-Come. Voy a hacer unas cosas.
No sabia por qué Wynnie aceptó de repente que se divorciara de Kathleen. Resultó que no estaba acostumbrado, ya que pensaba que todos los miembros de la familia estaban en contra. Pensando en ello, tuvo ganas de volver a ver a su esposa.
Kathleen queria volver a su habitación después de terminar la comida, pero Diana la llamó.
-Abuela -saludo acercándose.
-Ven aqui. Toma asiento -Diana palmeó la cabecera de la cama.
Kathleen avanzó y se sento. Preguntó despacio:
-Abuela, ¿te sientes mejor?
-Mucho mejor – Diana tomó las manos de Kathleen-: ¿Por qué tienes las manos tan frias?
-De seguro porque no estoy muy abrigada. Abuela, luego me pondré más ropa. No te preocupes.
Diana miró a la joven con lástima en los ojos y lanzó un largo suspiro.
-Katie, Nicolette ha vuelto, ¿verdad?
Kathleen se quedó helada. «¿Cómo lo sabe la vieja Sra. Macari?»
-Katie, nada puede mantenerse en secreto para siempre. Hay algunas cosas que no puedes ocultarme – hablo con voz debil-: En aquel entonces, la madre de Nicolette era una zorra que enturbiaba las cosas en Jadeborough, y mucha gente la odiaba. Todo el mundo es consciente de la clase de persona que es Nicolette, asi que lo supe ni bien regresó.
Kathleen frunció los labios:
-Abuela, no te lo estoy ocultando a proposito,
–Lo entiendo Estás pensativo y tienes miedo de que me desmaye otra vez -suspiro-: Pero te he hecho sufrir.
Kathleen lloraba con facilidad. Aloir lo que dijo Diana, se echo a llorar de inmediato. Era consciente de que todo el mundo la adoraba por lo que no quería causar ningun problema innecesario.
A Diana lc dolió el corazón verla asi.
— Katie, fui una tonta. Penso que serias feliz despues de casarte con Samuel Sin embargo, descubri que en realidad estas sufriendo en la familia Macari. Yo lui quien prohibió a Samuel casarse con Nicolette y también quien te obligó acasarte con el. Te callas incluso cuando te sientes agraviada porque no quieres que me preocupc. He prometido a tus padres hacerte feliz. Ahora que no lo eres, me siento culpable.
–Abucla, no lo pongas asi -dijo Kathleen con los ojos enrojecidos-. Me adoras y quieres que me convierta en una mas de la familia Macari para que todos me acepten. Lo sé muy bien.
Diana le dio una palmadita en la cabeza.
-¿Como puedes ser tan sensible?
Kathleen estaba llorando.
– Katie, no voy a ser más egoista. Estoy de acuerdo con el divorcio entre Samuel y tú -afirmó con solemnidad.