Capítulo 177
Capítulo 177
Beatriz deseaba tener buenos recursos, eso era cierto. Todos querían ascender. Pero frente a la oportunidad que le ofrecia Mauricio, Beatriz nunca lo habla considerado. Desde el inicio, decidió mantenerse alejada de los protagonistas y esquivar la trama original, Beatriz no romperia sus propias reglas a la ligera,
-No hace falta -dijo Beatriz con frialdad-. Quiero descansar un tiempo.
Mauricio frunció el ceño:
-Beatriz, ¿qué problema tienes conmigo? ¿No ha sido suficiente con ignorarme tanto tiempo?
Beatriz estaba algo cansada de él.
-Por favor, soy una mujer casada, ¿por qué tendría que estar molesta contigo? Si estuviera molesta, sería con mi esposo, ¿no crees?
Una sensación de bloqueo se apoderó de Mauricio. No sabia cómo aliviarla. Antes, Beatriz no era así con él… Claramente, Javier era el recién llegado. No podía creer que los años de amistad desde la infancia que compartia con Beatriz pudieran ser superados por Javier, el recién llegado.
Mauricio estaba molesto, pero inevitablemente recordó el pasado:
-Beatriz, ¿recuerdas lo que me dijiste en mi decimosexto cumpleaños?
Beatriz lo miro confundida
-¿Qué?
-Dijiste que no importaba cuándo ni dónde, siempre que quisiera verte, siempre que te necesitara, estarías ahí para mi Esa escena, Cuando Beatriz lo dijo, parecia haber ocurrido ayer. La joven vestida de blanco, con una sonrisa inocente y un poco tímida, evitando mirarlo directamente. Quizás por orgullo, o tal vez porque no quería que Mauricio pensara que ella estaba siendo humilde, después de decir eso, añadió: © NôvelDrama.Org - All rights reserved.
-Porque somos los mejores amigos.
A Mauricio no le gustó esa explicación de Beatriz. ¿Los mejores amigos? Si eso era ser los mejores amigos, entonces él le mostraría qué trato reciben los amigos. Así que, en el siguiente semestre, Mauricio empezó a coquetear con dos chicas muy guapas. Sin sorpresas, estas dos chicas fueron confrontadas y advertidas por Beatriz y Esther en el baño después de clases.
La Beatriz de ese momento y la de años atrás parecian fusionarse. Mauricio dijo con voz amarga:
-¿Las palabras que dijiste antes todavía valen?
Beatriz se quedó pensativa. Si hubiera sido la Beatriz de antes, probablemente si valdrían. Tal vez incluso se habría emocionado hasta el punto de llorar al escuchar eso.
Pero lamentablemente, si fuera la Beatriz de antes, estaría destinada a pasar de ser la luz de la luna pura y sin manchas de la juventud a ser las manchas de comida en el cuello de una camisa. Por su excesivo cariño hacia Mauricio, daría pasos hacia su propia ruina. Por Mauricio, perdería su casa, sus ahorros, amigos, familiares, e incluso la belleza de la que estaba orgullosa. Todo lo que tenia en su juventud sería reemplazado por la mujer que Mauricio amaba profundamente.
Inicialmente, Florella, que era solo un reemplazo, se convertiría más en la luz de la luna pura que Beatriz, ganando cada vez más belleza y el amor de todos en este mundo. Luego, Beatriz, después de hacer todo lo malo por no obtener lo que quería, saltaria desde lo alto de un edificio con el rostro lleno de cicatrices de vidrio. Cuando esa persona deje de existir en el mundo, Fiorella dejará de ser un reemplazo.
Y al final de la novela, Mauricio olvidará que inicialmente vela a Fiorella como un reemplazo de otra mujer. Olvidará los gestos y sonrisas de esa chico en su juventud, olvidará toda la felicidad pasada. Fiorella, con un rostro más parecido al verdadero Beatriz y maneras cada vez más elegantes y serenas, se transformará en el cisne orgulloso que Mauricio amaba. Esa es su historia, completa y redonda.