Capítulo 184
Capítulo 184
Beatriz bostezó una vez más, sintiéndose algo cansada. Ese día, llevaba puesto un largo camisón de lino que llegaba hasta los tobillos, con un estilo que recordaba al de las cortes antiguas, adornado con encajes complejos y delicados tanto en las mangas como en el cuello. A pesar de no mostrar nada indebidamente ni tener intenciones de seducir, su rostro y figura tenian, de manera innata, un cierto atractivo.
Javier, de repente, tecordó algunas escenas de ella en la pantalla de hoy. La princesa, descalza, caminaba por un largo y oscuro pasillo, sosteniendo una lámpara de palacio en su mano, vestida de manera sencilla, con su cabello oscuro cayendo libremente, luciendo algo melancólica pero tremendamente entrañable.
“He visto tu pelicula, dijo Javier tragando saliva. Su guapo rostro se mantuvo inexpresivo. “No estuvo mal, los vestuarios eran muy bonitos.”
Los ojos de Beatriz se iluminaron de inmediato. “¿De verdad? ¿También la viste? Todos los trajes fueron hechos a mano, son realmente exquisitos.”
El director habia puesto mucho esmero en el vestuario y los accesorios, invirtiendo mucho en ello, y los más caros eran los de la princesa y el emperador,
Javier dijo: “Mañana compraré todos esos trajes y accesorios para regalártelos como recuerdo.”
Beatriz reflexionó un momento. “Los trajes están bien, pero los accesorios no hace falta, son especialmente caros. El director los consiguió prestados de museos privados, son artefactos antiguos.”
Javier sonrio ligeramente. “¿Cuán caros?
Beatriz respondió: “Valen más de cinco millones.”
Cada vez que terminaba de filmar, se apresuraba a quitárselos y guardarlos en una caja fuerte, temiendo dañarlos y tener que pagar por ello.
El tocó la frente de Beatriz con su dedo. “Solo tu inútil exnovio pensaría que eso es mucho dinero.”
Beatriz se quedó muda. Hablar con claridad está bien, ¿pero por qué empezar a atacar personalmente?
Javier habló con un tono ligeramente malicioso. “Lo siento, de repente recordé que no lograste alcanzarlo, no tuvieron una relación oficial, asi que no cuenta como tu exnovio.”
Ahora Beatriz realmente se enojo. Atacar a Mauricio era una cosa. ¿Pero por qué tenía que ser arrastrada ella también? ¿Qué hizo mal? Hay muchas mujeres hermosas en el mundo que no han conseguido al hombre guapo que querian.
Viendo que las mejillas de Beatriz se inflaban de irritación, Javier alzó una ceja. ¿Qué? ¿Acaso me equivoco?
En este mundo grande, el jefe siempre tiene la razón. Por el bien de los trajes y accesorios que estaban por llegar, Beatriz aceptó que Javier fuera el jefe y lo dejó burlarse como quisiera. Después de todo, no eran unos pocos miles, sino millones. Desde ese momento, Javier se convirtió en su ‘padre“.
Beatriz tiró suavemente de la manga de Javier. “El jefe siempre tiene razón. ¿Quiere dormir? Le puedo cantar una
canción de cuna.”
Javier la miró. “La danza en la película la hiciste tú misma?”
Beatriz asintió. “No hubo dobles en ninguna escena. Soy muy buena bailando, cuando me lleguen los vestidos, te bailaré uno.
Javier quedó satisfecho. La pequeña princesa del país en ruinas en realidad no habla muerto. Sólo estaba escondida por él, olvidándose de los agravios pasados. Desde entonces, sólo bailaria para él Todo lo que había tenido antes, él podria proporcionárselo. Con el tiempo, todo se puede olvidar, inclúido ese hombre que la había herido.
Javier fue a tomar una ducha y luego se cambió a su pijama. Beatriz, emocionada, comenzó a cantarle una canción de cuna. No pasó un minuto antes de que Javier cubriera su boca con la mano. Text property © Nôvel(D)ra/ma.Org.
“Deja de cantar, suena mal y desafinas.”
Beatriz se quedó muda.