LA NOVIA EQUIVOCADA CAPÍTULO 53
LA NOVIA EQUIVOCADA CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 53. ¡No iba a permitirlo! Durante horas, largas y tortuosas horas, Nathan King se encerró en aquella habitación, consumido por el dolor.
No podía creer todo lo que había pasado, todo lo que había perdido en unos pocos días.
No tenía ni idea de que Meli estaba embarazada, y luego le llegó a la mente aquella cena donde ella estaba tan nerviosa y había tratado de decirle algo: encambio él se había ido a la clínica a ver cómo estaba aquella mujer que en el fondo no pensaba en nadie más que en ella misma.
Porque Marilyn podía defenderse como quisiera, pero él sabía muy bien cómo había manipulado a Sophia y lo mal que habíahecho sentirse a la niña por eso.
Ni siquiera sabía qué hacer.
¿Debía reclamar su cuerpo? ¿Para qué? En las noticias lo decían, que no habían podido recuperar a nadie.
Después de la explosión el avión y todo dentro se había incinerado por el combustible tan potente.
Cuando logró calmarse un poco se metió en la ducha y se fue a la habitación de Sophia areemplazar al abuelo.
Apagó su teléfono y abrazó a su hija, que iba y venía del sueño, llorosa todavía.
Marilyn se paró en la puerta varias veces pero Nathan solo le dirigía aquella mirada que significaba"lárgate de aquí".
La mujer se sentía mal, pero también estaba furiosa.
No esperaba que la chica se matara en un accidente, solo quería alejarla de Nathan.
Y por más que quisiera, no podía evitar sentirse traicionada por su esposo.
Después de su accidente le había dicho a todos que estaba muerta y la había metido en una clínica a ser olvidada.
Y encima había embarazado a otra mujer, cuando se habían cansado de discutir por eso.
Nathan estaba pasando por un mal momento y era terco, pero ya entendería.
Al final Dios sabía por qué hacía las cosas.
Pero definitivamente no iba a permitir que Nathan se alejara de ella.
Caminó hasta la cocina y vio al abuelo preparando té.
Había mucha gente capaz de hacer aquel té, pero el anciano parecía necesitar esa actividad.
Marilyn se acercó a él con expresión preocupada.
– Abuelo…
Necesito hablar contigo, por favor…
necesito tu ayuda.
El abuelo King puso dos tazas y sirvió té en ambas, empujando suavemente una hacia Marilyn.
– ¿Ayuda para qué, Mary? – preguntó.
La mujer dudó un momento antes de responder: -Nathan está dolido y enojado, pero no puedes permitir que nos separe.
No puede destruir a esta familia solo porque su amante murió.
-Estás perdiéndote en tu egoísmo, Marilyn.
Amelie no era solo su amante, era su prometida y era la madre de uno de sus hijos y tú lo sabías - respondió el abuelo—.
Tú eres la madre de su otra hija, ¿qué te hizo creer que eras más importante que Meli? El tono era suave, pero las palabraseran profundamente hirientes para la mujer.
-¡Abuelo! ¡Yo soy la esposa de Nathan! -Yella era la mujer que amaba y ningún papel que haya firmado contigodiez años atrás cambiará eso - replicó el abuelo.
Marilyn se puso roja hasta la raíz del cabello.
--Cómo puedes tratarme así? ¡Soy tu nieta, la señora de esta casa! -exclamo.
-Ese papel lo perdiste esta noche y ya no vas a volver a recuperarlo. This content belongs to Nô/velDra/ma.Org .
Lo que le hiciste a Nathan no tiene perdón, y debes entender esto: cualquier decisión demi nleto respecto a ti, comenzando por terminar con ese matrimonio, la apoyaré.
Marilyn retrocedió furiosa y lanzó la taza de té contra una de las paredes.
La porcelana se hizo pedazos pero el abuelo no se inmutó.
-¿Y qué hay de mí? i¿Qué hay de lo que él me hizo a mí?! ¡Estuve cinco años en coma por su culpa, porqueno quería tener otro hijo conmigo! El abuelo hizo una mueca.
- Vaya, desconocía que esa era la causa de tu enfermedad, es un milagro entonces que todos los milesde mujeres en el mundo cuyos maridos no quieren tener más hijos no estén en coma también - respondió con sarcasmo.
2 -iJames, él me ocultó, dijo que yo estaba muerta, ni siquiera mi familia pudo llorarme y extrañarme…!:-escupió Marilyn.
-¿Entonces eso es lo que te molesta? ¿Que no seguiste siendo el centro de esta casa aun en coma? ¿Que Nathan no permitió que tu hija sufrieray te extrañara? ¿Ese es el problema? – gruñó el abuelo-.
Que te quede claro algo, no apruebo lo que Nathan hizo pero sé que protege a su hija a toda costa, yeso es mucho más de lo que se puede decir de ti.
- Avanzó hacia ella con expresión determinada y Marilyn retrocedió -.
Nada, entiéndeme bien, inada! justifica lo que le hiciste a tu hija.
¡Solo una muy mala madre pone esa carga en los hombros de una niña, y a ti no te importó!¡Tu hija está sufriendo, culpándose por una maldad que es solo tuya, y no se lo merece! -¡Yo también estoy sufriendo...! - ¡Pues déjame decirte que a nadie le importa un cuerno! -rugió el abuelo-.¡El centro de esta casa es Sophia ahora, no tú! ¡La persona inocente a la que hay que cuidar y proteger es esa niña de siete años, por eso su padre se está aguantando el dolor para estar con ella! ¡Incluso Meli entendió eso y eligió protegerla más que tú! ¡Meli fue más madre de Sophia que tú, así que si mi nieto decide echarte de esta casa esta noche, yo mismo haré con gusto tus maletas para que te largues! ¿Entiendes? Marilyn retrocedió vivamente y se fue de la cocina sin decir otra palabra.
¿Cómo podían ser así con ella? Había tenido un accidente y despertaba para ver como todos en aquellacasa, incluso su hija, preferían a otra mujer.
Pasó la madrugada dando vueltas, furiosa, frustrada, desesperada, así que estaba más despierta que nadie cuando aquelteléfono del salón sonó.
-¿Quién es? ¿Se cree que estas son horas de llamar a una casa de familia? – ladró.
-Este…
lo siento, estoy tratando de localizar al señor King, pero no responde a su teléfono – escuchó una voz masculina-.
No quiero molestar, solo llamo para avisar que Meli está bien…
Marilyn sintió que se le aflojaban las piernas.
Hasta ese momento se había sentido mal por la muerte de la chica, pero por esas cosas horribles que tenía el carácter humano, saber que no loestaba la hacía desear lo que no había deseado hasta ese momento: que realmente se hubiera muerto.
1 El futuro pasó por su mente en un solo segundo.
Ahora ni siquiera estaba bien con Sophia así que si Nathan se enteraba de que su amante seguía viva, ella tendríaque salir de aquella casa, divorciada, sin su hija y sin ningún apellido o dinero que la respaldara.
-El señor King, con su esposa, su hija y el abuelo, salieron de vacaciones ayer hacia Europa, por eso están apagados sus teléfonos- declaró controlando su voz-.
Le daré su mensaje en cuanto me pueda comunicar con ellos, no se preocupe.
Gracias por avisar.
2 Del otro lado se escuchó un sonido breve antes de que colgaran la llamada y Marilyn seagarró de una silla con el corazón acelerado.
No podía permitir que le quitaran su lugar como la señora King, ino podía permitirlo! ******** Doce horas antes.
Meli estaba sentada en aquel avión, le gustaba aquel asiento tan cómodo y las sonrisas de la gente.
Rex parecía muy animado y todo iba perfectamente bien hasta que pidió champaña para él y jugo para Meli.
Era jugo de manzana, nada extraordinario, pero cinco minutos después Meli sintió la primera nausea, la desagradable sensación enel estómago y el regusto ácido del vómito en su garganta.
Corrió hacia el baño y vomitó el jugo y algo más.
Por desgracia no se detuvo ahí.
Se sentó y trató de respirar con calma para controlar las náuseas que la atormentaban, perodos minutos después todo se repitió.
Los minutos pasaban y Meli se sentía peor, el vómito no paraba y la sensación de mareo se hacía cada vez más fuerte.
Estaba completamente roja y temblorosa, y le dolía todo el cuerpo.
-¡Por Dios! ¡¡Se habrá intoxicado!? - exclamó una de las azafatas mientras el Primer Oficial del vuelo seacercaba a ellos, preocupado.
Estaban a punto de despegar y no era bueno hacerlo con una persona enferma.
- ¿Está bien la señorita? -Solo le dimos un jugo -dijo la azafata.
– No se preocupen -los tranquilizó Rex-.
Es que está embarazada y casi todo le cae mal.
La tripulación suspiró con alivio y la azafata se sentó junto a Meli, tomando su mano.
– Felicidades, corazón.
¿Estás en tu primer trimestre, verdad? – Meli asintió-.
Entonces será mejor que no vueles.
El cambio de presión puede hacerte sentir todavía peor.
Meli miró a Rex con un puchero.
-Oye, los viajes por carretera son lindos, no importa si me vomitas el Ferrari – la consoló él.
El Primer Oficial les dijo que les reintegrarían su dinero en millas y Meli y Rex bajaron de aquel avión pocos minutosantes de que despegara.
Fueron a buscar el Ferrari a la transportadora que iba a llevarlo hasta Boston y comenzaron su viaje por carretera.
La verdad era que sentir el aire en la cara hacía que se sintiera mejor, mucho mejor.
Durante las primeras horas todo fue bien, Meli controlaba las náuseas y Rex iba cantando a todo pulmón conla radio.
Pero a medida que avanzaba la tarde ya el muchacho fue buscando dónde quedarse hasta que se detuvieron para descansaren un lindo hotel a pocas millas de la carretera.
-¿Aquí vamos a dormir hoy? - le preguntó Amelie-.¡Es hermoso! -¡Bello, pero yo estoy rendido! ¡Solo quiero cenar y dormir! -murmuró él acercándose a la recepción-.
La mejor habitación que tenga, por favor.
-¿Vas a dormir conmigo? —preguntó Meli, incrédula.
-¿Y quién más te va a agarrar ese cabello, por detrás, en cuatro, salvajemente…
cuando tengas la cabeza hundida en el excusado vomitando? -se burló Rex y Amelie hizo un puchero abrazándolo.
3
– Gracias.
Se fueron a su habitación, pidieron de comer y lograron dormir bastante.
Meli se puso verde un par de veces pero lo peor vino casi amaneciendo.
– Tú tienes las náuseas matutinas muy adelantadas - se burló Rex tocándole el estómago-1 Oyebebé, ponte en hora! Prendió el televisor para entretenerse en lo que por fin amanecía, pero las noticias que estaban saliendo casi lo hizo caer de bruces en el suelo.
– Meli…
nuestro avión se cayó…
– murmuró asustado.
Se miraron por un largo segundo, sin saber muy bien qué sentir, si alivio o terror, porque ellos debían ir en ese avión y ahora todosesos pasajeros estaban muertos.
Diez minutos después todavía estaban aturdidos pero Rex tomó su celular.
– Tenemos que avisarle a nuestras familias.
Yo me peleé con mis padres antes de irme, y tú…
Meli pasó saliva y asintió.
-Sí, hay que avisarle a Nathan, pero habla tú, por favor.
Trataron de localizarlo pero solo pudieron comunicarse a la línea fija de la casa.
-Los King están de vacaciones en Europa - dijo Rex-.
La mujer que me contesto dijo que les avisaría de inmediato.
4
— Está bien-susurró Meli.
No sabía qué sentir al oír eso.
Después de todo Nathan había seguido adelante con su familia.
Rex llamó a sus padres y después de muchos gritos y llantos le prohibieron moverse de allí.
Cuarenta y cinco minutos después un helicóptero bajaba a treinta metros del hotel y los Lanning corrían hacia ellos.
Los dos besaron a su hijo y lo abrazaron mientras lloraban de alegría y de terror, y luego la señoraLanning tiró de Meli y la abrazaron entre todos también.
-Meli, ellos son mis padres, Leticia y Archibald Lenning - la presentó-.
Papás, ellos son Meli Wilde y Bebé Wilde.
El señor Lanning le dio un beso en cada mejilla y pasó un brazo protector sobre sus hombros.
- ¿Entonces este hermoso Bebé Wilde fue el que los salvó? – rio lloroso -.
¡Pues bienvenido a la familia! ¡Bienvenida a la familia, hija! Amelie sonrió con dulzura y la señora Lanning la abrazótambién.
Parecía como si después de aquella tragedia tan grande a los Lanning les importara un comino si Rex dirigía o no la empresa.
– Tenemos mucho que discutir, mucho que discutir.