Mi Ex-esposa Misteriosa Es Multimillonaria

Capítulo 306



Capítulo 306

Capítulo306

Ema regresó al comedor con sudor empapando su frente, por la tanta preocupación que tents.

La astuta Beatriz, a quien había criado con sus propias manos, ahora tenia el control sobre ella

Aunque antes no les temía a si tuvieran o no tuvieran ninguna prueba, la situación habis

cambiado.

Enrique ya no la trataba tan amablemente como antes, lo cual complicaba aún más la situación en

la familia Hernández. En ese momento, tenía que ayudar a Beatriz con sus deudas, pero no queria

ayudarle con su propio dinero. Así que la única opción era mantenerse persuadiendo a Enrique

-Enrique, a pesar de los muchos errores de Beatriz, ella sigue siendo la niña de tus ojos Sabes lo

obediente y amable que solía ser. Pero ahora, mi hermana está en problemas, mi cuñado está en

estado vegetativo… la familia Sánchez está en una situación financiera dificil. Esa niña vive

atemorizada, sin siquiera atreverse a regresar a su casa, acosada constantemente por los

acreedores. Además, ella es mi propia sangre y la he criado desde pequeña. Me resulta doloroso

verla así. Content © NôvelDrama.Org 2024.

Ema colocó su delicada mano sobre la mano de Enrique, sus ojos llenos de lágrimas. -Enrique,

siempre has sido compasivo y generoso, Considera esto como un acto de caridad y virtud

Ayudemos a Beatriz a superar esta dificultad. Así, cumpliremos con nuestro deber….

Enrique aflojó un poco su ceño fruncido, parecía que sus palabras estaban surtiendo efecto,

De repente, se escuchó un sonido fuerte: ¡pah!

Tanto el señor Henández como la señora Hernández se sobresaltaron, y Leona casi se atraganta. En

un giro inesperado, Alejandro sacó una grabadora de su bolsillo y la arrojó frente al señor y señora

Henández.

-Si realmente quieres ayudar a Beatriz, escucha esto primero y luego toma una decisión

Ema sintió que su corazón latía como un tambor, sin estar segura de las intenciones de Alejandro.

Enrique, con una expresión de desconcierto, tomó la grabadora y presionó el botón de

reproducción.

Se escucharon voces en la grabación, una pertenecía a Miguel y la otra era nada más ni nada

menos que Beatriz.

-Por ahora, no hagas nada con Clara. Espera a mi señal. Las cosas están mejorando. Alejandro ha vuelto a confiar en mi. Ha estado a mi lado estos días. Además, el señor Hernández ha aprobado nuestro compromiso. Deberíamos anunciarlo pronto.

-Pero ¿qué pasa con los cinco millones…?

-¿¿Por qué estás tan ansioso? ¿Realmente necesitas ese dinero tan desesperadamente? Te enviaré quinientos mil por ahora. Úsalo como quieras. Una vez que mi compromiso con el señor

Hernández esté sellado y celebrado, te enviaré el resto.

La grabación terminó, dejando el comedor en silencio.

La cara de Ema se volvió pálida. Lamentó profundamente haber intercedido por Beatriz.

¡Qué estúpida! ¿Cómo pudo dejar una palanca tan grande? ¡Se lo merece por su torpeza!

-Ema, ¿es esta la chica obediente que criaste?

Alejandro, con ojos rojos oscuros y una sonrisa fría, habló, -deberías estar agradecida. Mi exesposa

fue lo suficientemente inteligente como para ahogar los malvados planes de tu sobrina en su

cuna. Si algo hubiera sucedido a Clara, Beatriz habría estado jodida. Puedo asegurarte de que tengo

la capacidad de hacerla sufrir, incluso de torturarla.

Ema sintió un escalofrío en su corazón. No podía creer que Alejandro, quien antes había mostrado

ser indeciso en asuntos sentimentales, pudiera ser tan cruel.

Pensó que su vínculo con Beatriz durante tantos años no sería fácil de romper, incluso si ella

traicionaba a Alejandro. ¿Cómo podría esperar que Alejandro fuera tan despiadado? Aquellos

sentimientos compartidos del pasado ya no existían.

-Beatriz, me ha considerado simplemente como una escalera para su beneficio personal, y a la

familia Hernández como su cajero automático. ¿Quién garantiza que usará ese dinero para salvar a

la familia Sánchez, en lugar de causar más problemas?

Alejandro tomó una servilleta para limpiar sus labios, luego se levantó con elegancia y fría

indiferencia, mirando a Ema con desdén. -Si el señor Hernández quiere hacer caridad, ¿acaso no

hay cientos de asilos y escuelas necesitadas en la Ciudad de México? ¿Por qué desperdiciar dinero

en una mujer esa mujer que está llena de solo malas intenciones?


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