Capítulo 779
Capítulo 779
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Capitulo779
Los Rodriguez eran una de las diez principales familias más ricas e influyentes del pais, con inversiones en toda Europa. Aunque no eran tan destacados como la familia Pérez y no habían alcanzado la posición de la familia más adinerada, los Rodriguez siempre se mantenian neutrales. Si decidieran aliarse con la familia Garcia, la situación no sería la mejor para los Hernández.
fultans -Abuelo, eres realmente muy terco. Me fui tan solo unos días y ya estás buscando problemas con la familia de Enrique–sonó el eco de los pasos fríos y dominantes de Rodrigo en la sala.
Ema vio sus ojos brillar, recordando que este hombre sería su futuro yerno. La idea de que el hijo
de los Rodriguez se casara con Noa, la hacia sonreir, y las mujeres de la alta sociedad que antes la despreciaban tendrian que seguirle el juego en el futuro.
-¡Mi señor! – Todos los guardaespaldas se inclinaron en señal de respeto.
-Rodrigo, ¿por qué has venido? -Mateo frunció el ceño.
mayor
-He venido para ver qué está pasando y en busca de Alejandro–respondió Rodrigo fríamente mientras escaneaba con desdén a la familia Rodriguez. Los guardaespaldas se quedaron en silencio, temiendo el
castigo.
En realidad, Rodrigo, recibió una llamada de Aurora, la doncella de la familia, mientras estaba fuera resolviendo asuntos de la empresa. Le informó sobre la situación en la casa y cómo los Hernández estaban siendo acosados por la familia Rodriguez. Rodrigo no podía ignorar la solicitud de su hermano y su cuñada, Noa, quien estaba preocupada por Alejandro. Así que se apresuró en llegar lo más pronto que
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Mateo estaba furioso. -Bueno, entonces, ¿puedes traer a tu hermano de una vez?
-Lo siento, eso no lo puedo hacer–respondió Rodrigo. Sabia que Alejandro y Clara estaban juntos en este momento, disfrutando de su amor. No quería interrumpirlos. -Están ocupados, disfrutando de su tiempo juntos. No veo por qué debería interrumpirlos. No quiero hacer algo tan desagradable, en este momento. Y menos, ser tan inoportuno.
Jimena estaba tan enfadada que temblaba, y le lanzó una mirada llena de rencor a su propio hermano. Rodrigo vio su mirada y sintió un dolor en el pecho y una profunda impotencia.
Ella era su hermana menor, a quien había sostenido en sus brazos desde que era una bebé, la había criado y cuidado con gran esmero. Pero ahora, la mirada fria que le lanzaba era como si estuviera viendo en ella a un enemigo mortal. La niña inocente que solia abrazarlo, seguirlo y pedirle muñecas y helados,
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ahora era como si hubiera muerto.
-¿Amorio?-Isabella no pudo contenerse y preguntó apresuradamente. -¿No se divorciaron Clara y Alejandro hace tiempo? ¿Cómo es eso posible?
-En cuestiones de amor, todo es posible–dijo Rodrigo friamente. -Abuelo, si hablamos de posición social, apariencia y talento, Clara es mejor que nuestros hijos en todo sentido.
Mateo sintió un nudo en la garganta. Podría haberlo contradicho si no hubiera visto a Clara, pero después de verla, tenía que admitir que su nieta no podía compararse con Clara en lo absoluto.
-¿Estás seguro de que quieres que Jimena compita por un hombre con Clara? Incluso si no ofendemos
a la familia Pérez, ¿Alejandro prestará siquiera atención a Jimena con una belleza como Clara en escena? Rodrigo se acomodó en el sofá como si estuviera en su propia casa; analizando
detalladamente las palabras de Rodrigo.
-Rodrigo, eres el hermano de Jimena. ¿Cómo puedes hablar así de tu propia hermana? – Isabella estaba furiosa y frustrada. -Si Alejandro no tiene interés en Jimena, ¿cómo explicamos lo que sucedió esa noche? ¿Acaso alguien lo amenazó con una pistola para que fuera a ver a Jimena? ¿No verdad?
-Aunque nadie amenazó a Alejandro con una pistola, alguien aconsejó a Jimena, dándole una estrategia perfecta para engañar a Alejandro y poderlo llevar al hotel para encontrarse con ella–dijo Rodrigo, cruzando las piernas y mirando a Jimena con ojos que enviaban escalofrios por la espalda.