Chapter 537
Chapter 537
Capítulo537
Te quiero, Clara, Te quiero.
Clara sintió que la respiración se acortaba sintiéndose perdida en sus pensamientos y retrocedió
un paso inconscientemente
Escuchar a este hombre confesandole personalmente, ese tipo de sentimientos encontrados, su
estado de ánimo se torno indescriptible, sólo ella lo entendía.
La habitación estaba en silencio, unos a otros, podían oír claramente sus violentos latidos.
-Alejandro, si me lo confesaras antes de los últimos tres años, definitivamente aceptaría sin
dudarlo. Es una pena que ya no sea hace tres años, y ya te he dicho antes que los sentimientos
entre nosotros dos habían desparecido.
Los ojos y el corazón de Clara eran distantes y fríos como si hubieran muerto los sentimientos:
Dejé de quererte hace mucho tiempo.
-Lo siento, sé que es demasiado tarde, pero tenía que decírtelo, ¡nunca me rendiré!
–
Alejandro estaba sudando frio y reflejaba una expresión era de tristeza, la quiere tener a ella más
cerca, pero también tiene miedo de que ella huya, no sabe qué puede hacer: -no me importa me
amas o no Esta vez déjame pagarte, déjame a
Amarte.
Ni siquiera le había dicho nunca la palabra “amor” a Beatriz, ¡pero esta vez no pudo evitar querer
decirle esta palabra a Clara!
-¡Basta! ¡No necesito que alguien a quien no amo me ame! ¿Cuántas veces necesitas que te lo diga
antes de que tengas memoria?
Clara también usó una contramedida con el fin de callarle: -¡Me daré la vuelta y me iré ahora
mismo si te atreves a decir esa mierda otra vez!
-Alejandro se atragantó al instante y se calló obedientemente.
Después de un rato, viendo la cara de Clara ligeramente despejada, preguntó tentativamente: –
Entonces no lo mencionaré, ¿te This content is © NôvelDrama.Org.
-Uff, no sueñies.
quedarás conmigo esta noche?
-¿No dijiste que me concederías una petición después de salvarte? Siempre y cuando no sea
demasiado-Los ojos de Alejandro brillaron, aún insistía.
-el beso ayer…
Clara recordó que ayer, aquí mismo en esta sala, Alejandro había tomado sus labios, agarrando su
cintura para estrecharla entre sus brazos, y le había dado un beso profundo, húmedo, caliente y
persistente.
Sus mejillas se sonrojaron de repente, y estaba tan caliente como si estuviera ardiendo.
-¿Dijiste que te besé? Ese no cuenta-Los finos labios de Alejandro se engancharon ligeramente,
su voz era baja y suave.
Al ver que ella rara vez revelaba una expresión tan tímida, sonrió agradablemente.
-¿Cómo que no cuenta? -Clara gritó con crudeza, sólo sintiendo que este hombre divorciado de
treinta años no podia acorralarla, ¡era realmente viejo y astuto!
-Te besé a la fuerza, pero tú también te defendiste.
Diciendo esto, los dedos de Alejandro apuntaron a sus labios: -Esta, es la evidencia.
-¡Te lo mereces! Contra un bribón como tú, ¡no sería demasiado para mí morderte la boca en tres
pedazos! -Cuanto más lo pensaba Clara, más enfadada se ponía, su carita enrojeció.
-Vale, vamos-El cuerpo de Alejandro se inclinó hacia atrás, e incluso le extendió una invitación
con particular seriedad.
Clara apretó los dientes.
Viendo la complaciente mirada seductora de este hombre, ¡ella realmente quería levantar su
sábana!
Viendo que Alejandro se dejaba secuestrar moralmente en nombre de su benefactor, a Clara le
daba pereza molestarse con él, así que tenía que quedarse con él esta noche.
Clara salió a toda prisa, no trajo nada, sólo puede dejar que Aarón fuera a su villa en la Ciudad de
México, a traerle su pijama, artículos de tocador y otras cosas,
En el pasillo del hospital, Aarón regresó con una expresión grave, llevando una pequeña maleta en
la mano.
-Es un trabajo duro, esta noche ve a descansar, me recoges en la mañana.
Clara quiso coger la maleta, pero Aarón tenía los ojos enrojecidos y se negó a soltarla: -Señorita, ve
a casa conmigo.
-Aarón, ya que Alejandro hizo esta petición y no es excesiva, no está mal que le devuelva este
favor-Dijo Clara con el ceño fruncido.
-¡Pero estás compartiendo habitación con él! ¿Y si él, conspira contra ti y
-He sido pareja de él durante tres años eh, si realmente quisiera hacer algo, ¿crees esperaría hasta
ahora?
-Pero.
Clara agitó la mano con incredulidad: -No te preocupes, aunque sea un miserable hombre, conoce
la ley. Si se atreve a intimidarme me atreveré a pelear, ¿lo crees o no?