Receta para robarle el corazón al Dr. Farel

Capítulo 32



Capítulo 32

—Dr. Farel, ya se hizo tarde, tengo que irme a trabajar. No te molesto mas, necesito usar tu cuarto de invitados un momentito para cambiarme—.All content © N/.ôvel/Dr/ama.Org.

Evrie lo interrumpio sin dejarlo terminar, se levanto de un salto y corrié hacia el dormitorio de invitados.

Esa mafiana no solo habia pedido comida a domicilio, sino que también, apretando los dientes, habia comprado un conjunto de ropa por internet, que Ilegé junto con el pedido a la casa de Farel.

Con el tiempo en contra, no tuvo tiempo de lavarse, simplemente arrancé las etiquetas y se puso la ropa nueva, después se calzo las zapatillas de lona mas baratas que encontr6 y se preparé para ir al trabajo a toda prisa.

Por suerte, la noche anterior habia cenado con Leandro y habia dejado su caja de herramientas en su coche, asi que hoy podia ir directo a la oficina.

Hasta que salié por la puerta, no volvié a decirle una palabra mas a Farel.

Farel se quedo sentado en el salon, sus ojos profundos la siguieron desde el cuarto de huéspedes hasta el salén y luego hacia la puerta, abriéndola y saliendo, cerrandola con un golpe detras de ella.

Todo el proceso fue fluido como el agua. Se qued6 pasmado en el sofa por unos segundos, su rostro calmado y sereno se oscurecié poco a poco. Después de un rato, tird el teléfono con fuerza y se dirigid al comedor para vaciar los dos platos de comida en la basura.

Muy bien, después de pasar la noche cogié el dinero y se fue sin mirar atras, haciendo el negocio incluso mas rapido y directo que él.

Evrie, de veras que eres increible.

Evrie lleg6 temprano a la empresa y se entero de que tenia otros trabajos asignados hoy y que no necesitaba ir al hospital para hacer mediciones.

Suspir6 aliviada, acab6 todo el trabajo de la mafiana y la tarde estaba mas libre, asi que fue a buscar a Leandro Reyes para pedirle permiso para buscar un nuevo lugar para vivir lo antes posible.copy right hot novel pub

— Acaso no te acabas de mudar? — Leandro le pregunté confundido.

Evrie le contd vagamente lo que habia pasado la noche anterior, sin entrar en detalles, solo mencioné que el ambiente era algo cadtico y que no era apropiado seguir viviendo alli.

Leandro capto su dificultad y, tras pensar un momento, le sugirid:

—Evi, gpor qué no te mudas a mi vecindario? Esta cerca de la empresa y te sera comodo para ir a trabajar. Lo mas importante es que es muy seguro.

éEl vecindario de Leandro? éEl Barrio El Magnético?

Evrie se quedo helada, y no pudo evitar exclamar: —Maestro, yo solo soy una pasante, mi sueldo mensual no es suficiente para alquilarme en el Barrio El Magnético.

~Como iba a poder ella costear un apartamento en ese lujoso complejo residencial?

—Eso no es problema, la empresa tiene residencias para empleados y hay algunos apartamentos en el Barrio El Magnético como parte de un programa de apoyo a los pasantes. Solo tienes que presentar una solicitud a Recursos Humanos y, si todo va bien, podrias mudarte al finalizar la jornada laboral.

— Residencia de empleados? — Evrie estaba sorprendida, no habia oido hablar de este beneficio antes de entrar a la empresa.

—Es una ventaja que se definid hace poco y todavia no se ha implementado por completo. Considera que eres parte del primer grupo de empleados, esta tarde estoy libre y te puedo ayudar a mudarte—, le dijo Leandro con una sonrisa relajada.

Evrie no podia creer su suerte, era como si la buena fortuna hubiera caido del cielo, asintio emocionada de inmediato.

— Perfecto, voy a escribir esa solicitud ahora mismo! —

—Bien, adelante—, le dijo Leandro con una sonrisa indulgente.

Evrie se alejé unos pasos y luego, recordando algo, se giré hacia Leandro y le pregunto:

—A propésito maestro, gsabes exactamente en qué edificios estan esos apartamentos del Barrio El Magnético? — Farel también vivia en el Barrio El Magnético y no queria terminar en el mismo edificio que él.

—No estoy seguro, ve y escribe la solicitud. Llamaré para preguntar y luego te digo—, le respondié Leandro. —Gracias, maestro—, le dijo Evrie antes de salir de la oficina.

Leandro la vio alejarse y luego sacé su teléfono y marcé un numero.

—Hola, Farel, gtienes un apartamento vacio en el Barrio El Magnético que no esté alquilado? ; Qué te parece si me lo alquilas?


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