Chapter 246
Capitulo 246
Capítulo 246
Me levanté apresuradamente y le dije a uno de mis guardaespaldas: “¡Sálvalas!”
Pero los guardaespaldas se miraron confundidos: “El Sr. Samuel solo nos ordenó protegerte a ti, dijo que sin importar lo que pase no debemos alejarnos de ti“.
Estaba ansiosa pero temía que si revelaba mi identidad, ¿qué pasaría con Valentina? Ahora solo podía esperar que Matías se hubiera puesto en contacto con Jeremías y que llegara pronto.
Pero sin revelar mi identidad, Valentina ya sabía que yo estaba allí.
Con un micrófono en mano, gritó hacia donde yo estaba: Van a quemarlas vivas, ¿y aun así no haces nada?”
Apreté los labios, ella ya sabía que yo vendría.
Lo que tenía que enfrentar tarde o temprano había Ifegado, y esta era la primera vez que me enfrentaba a la persona que me había matado en mi vida pasada.
“Como era de esperarse de mi Norma“. Al verme, Valentina se levantó de la silla de ruedas y caminó hacia mí, me miró sorprendida y dio una vuelta: “Caminar en tacones por el monte no es fácil, así que traje una silla de ruedas“.
Sonreí forzadamente, ya estaba mentalmente preparado para su actitud arrogante.
“¿Cómo es que al ver a la directora no saludas? Norma, ¿así es como te enseñó Samuel? ¿O es que la educación de la familia Fajardo no es buena?” Content rights by NôvelDr//ama.Org.
“Valentina, no mereces que te salude.”.
Mi tono firme y decidido la dejó pálida: “Norma, siempre te quise más y te di más oportunidades. ¿Así es como me lo pagas?”
Me reí fríamente, en mi vida pasada había muerto de manera tan trágica, y ella nunca me había dio una oportunidad.
“¿Qué necesitas para dejarlas ir?” No quería seguir perdiendo el tiempo con ella, ahora necesitaba forzar a Valentina a esperar hasta que Jeremías y los demás llegaran.
“Podríamos cambiarlas por ti“. Valentina tocó el brazalete en su muñeca: “Este brazalete era uno para cada una, tu madre y yo“.
Fue entonces cuando, noté que el brazalete en su muñeca era igual al que mi madre me había dejado.
“No mereces tener el mismo brazalete que mi madre“. La provoqué a propósito para hacerla hablar más, ya que vi a Refugia detrás de ella, desatando discretamente a las dos chicas y me hizo una señal con los ojos, indicándome que debía ganar tiempo.
“Tu madre y yo somos gemelas, este brazalete nos lo dio nuestro padre al nacer. No hay juzgar si merezco o no tenerlo“. Me miró con arrogancia, dándome la última información sobre mi madre.
Mi madre y ella eran gemelas.
“Valentina, ¿la muerte de mis padres no fue culpa de la familia Hoyos?” Inmediatamente reaccioné, durante años me dijeron que mis padres habían muerto tratando de salvar a Matías, y que eran parte de equipos médicos para la familia Hoyos, información proporcionada por Gonzalo.
¿Quiénes eran en realidad?
“¿Quieres saber tanto? Pues no te lo diré“. Ella rio triunfarte.
“Valentina Galindo, mi madre se llamaba Juana Pérez, no compartimos apellido“. Sabiendo ya el nombre de mi madre, naturalmente no quería cambiar la imagen que tenía de ella en mi mente.
divorciaron, yo tomé el apellido de mi padre y ella el de mi madre“. Valentina se
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acercó y susurró en mi oído: “También sé que estás tratando de retrasarme para esperar refuerzos. Pero ya me encargué de tus refuerzos. Jeremías y los demás están a punto de morir quemados, ¡nadie puede salvarte!”
“¡Valentína, qué has hecho!” Me desesperé.
“No he hecho nada, deberías llamarme tía“.
Me reí con desdén: “No lo mereces“.
“No importa, Norma, hoy tú matarás a esas dos personas con tus propias manos y a cambio dejaré vivir a tu hijo con Gonzalo“.
Valentina levantó un mechón de mi cabello, pareciendo gentil pero con una sonrisa maliciosa.
“Este fuego lo encenderás tú misma“.