Capítulo 259
Capítulo259
Luis se enfureció cada vez más y le dio una bofetada a Bella.
Bella fue arrojada al suelo por él, su oído zumbaba de dolor y su mejilla ardía.
Los matones de Luis la arrastraron de vuelta a la fuerza.
Bella supo que ya no podía razonar con Luis, así que dijo fríamente: -Jefe Solar, lo repito, entre nosotros no hay rencores ni razones para arruinarlo. Pero en estos momentos tienes muchos problemas, puedo ofrecerte ayuda económica.
-¿Intentas sobornarme con dinero? -Luis rió maliciosamente-. Si no fuera por ti, ya habría cerrado el contrato con el Grupo Romero, y para entonces podría haber alcanzado la libertad financiera con la salida a bolsa de Caza. ¿Qué puedes darme tú?
-No sé cuál es tu definición de libertad financiera. Pero sabes que mi familia no es pobre, y mi esposo es Pedro. Aunque nuestra relación no es buena, él me ha dado millones. Te puedo dar cien millones, ¿qué te parece?
Bella se esforzó por persuadirlo suavemente: -Jefe Solar, me has traído aquí solo para desahogarte, incluso si me golpeas, tu situación no cambiará. En cambio, el dinero sería más útil, ¿no crees?
-No puedo verlo, tu boquita es bastante habladora. No me engañes, en cuanto te suelte irás corriendo a denunciarme, y Pedro tampoco me dejará en paz. ¿De qué me serviria tu dinero?
Luis rió fríamente: -¡Ya que te he capturado, no vas a sobornarme con tus migajas!
Bella se angustiaba, pero no se rindió: -Jefe Solar, puedo convencer a Pedro para que invertir en tu bodega, y haré como si nada de esto hubiera pasado. Los problemas que enfrentas ahora son
pequeños, ¿por qué no planeamos juntos cómo resolverlos?
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-¡Basta de charla! -Luis sonrió lascivamente, queriendo tocar los labios de Bella-. Con esa boquita tan elocuente, me pregunto cómo se sentiría usarla.
Bella se apartó con asco.
-¡Pam! -Luis le dio otra bofetada-. ¡Puta descarada, te doy la oportunidad y me la rechazas!
-Abra su boca a la fuerza y dale de comer, a ver si luego no me ruega.
Bella entendió lo que Luis quería hacerle tragar, se desesperó por encontrar una forma de salvarse, pero estaba atada y solo había dos sillas rotas y una cama en la habitación.
Parecía que este lugar estaba aislado y nadie la escucharía si gritaba.
¡No vale la pena que sigas dándote tanta prisa, te aconsejo que te des cuenta de tus intereses, así podrás evitar sufrir un poco más!
Luis sacó un cuchillo afilado, y lo puso contra la mejilla de Bella. Si no, esa hermosa cara ya no existiría.
Bella no se atrevió a moverse mucho por miedo a que realmente la lastimara.
Uno de los secuaces de Luis trajo una botella del tamaño de un frasco de jarabe para la tos, le
abrió la boca a Bella y le vertió el líquido desconocido dentro de la garganta.
El líquido amargo, fresco como el agua de la noche, bajó directamente a su estómago. Bella hizo todo lo posible por vomitarlo, pero no pudo.
Bella miró a Luis con rabia -¿Qué me has hecho tomar? Têxt © NôvelDrama.Org.
-No te preocupes, es solo un alucinógeno. Ahora me encuentras odioso, pero pronto me estarás rogando que te tratemos con cariño. -Luis rió con arrogancia.
Sus secuaces también la miraban con ansias.
Bella se sintió desesperada.
Pedro aún estaba en la vieja mansión, sin saber que le había pasado algo inesperado.
Nadie en la casa del abuelo sabía que ella había ido allí, así que no se pondrían en contacto.
El chofer de la mansión había resultado herido, así que seguramente tampoco podía avisar a
nadie.
¡¿Quién podría venir a salvarla?!