Chapter 44
Capítulo 44
Carol sentía una punzada en el corazón, “Él no ha ido al colegio?”
“No, en su situación no puede matricularse normalmente.”
¿Han Intentado entrar en su mundo Interior?”
Nathan negó con la cabeza, “No hemos tenido la oportunidad.”
“¿Qué tal la hipnosis?”
“Lo hemos Intentado, pero no ha funcionado.”
Carol se quedó pensativa.
Nathan le dijo, “Miro no es como los demás niños, es demasiado inteligente. No puedes tratarlo como a un niño cualquiera. Es listo, sensible y muy cauteloso.”
Carol miró de nuevo hacia la habitación del hospital y después de pensar un poco, le dijo,
“Sé por qué me llamaron, pero yo no soy doctora. Solo he aprendido algo de medicinal natural con mi familia y, en mi tiempo libre, me he leído unos libros de psicología infantil, así que no esperen milagros de mi.
Si pude calmar a Iker, fue de pura suerte. Solo puedo intentarlo, cuando despierte, hablaré con él a ver si puedo entrar en su mundo y encontrar alguna salida.”
Nathan se apresuró a decirle,
“¡Claro que si! Estamos muy agradecidos por tu ayuda. No te preocupes, Ash no te va a dejar trabajar en vano. Puedes pedirle lo que quieras, en Puerto Rafe no hay nada que él no pueda resolver.”
Carol pensó para sí, ¿podría Aspen ayudarla a divorciarse rápido?
¿Otra vez Ash?
¿Sería el mismo Aspen?
¿Qué coincidencia, no?
Carol estaba a punto de preguntar su nombre completo cuando su teléfono sonó repentinamente con una llamada de un número desconocido.
Carol se apartó para contestar, “Hola.” From NôvelDrama.Org.
“¿Estás buscando divorciarte de Aspen Bello, verdad?”
“¿Eh? ¿Cómo lo sabes? ¿Quién eres?”
“Quién soy no importa. Lo que importa es que Aspen está en Puerto Rafe ahora mismo. No está de viaje, te mintió. Si quieres divorciarte, puedes buscarlo en su casa o en su
empresa.
Luego esa persona colgó sin decirle más.
Carol se quedó boquiablerta. ¿Aspen no estaba de viaje?
Intentó devolverle la llamada para aclarar las cosas, pero se encontró con que el número era inexistente.
El corazón de Carol latia acelerado. No le importaba quién había hecho la llamada, se dirigió corriendo hacia el ascensor.
Nathan la siguió rápidamente, “Señorita Carol, ¿ocurrió algo?”
Carol pulsaba frenéticamente el botón del ascensor mientras decía,
“Tengo un asunto urgente que atender.”
“¿Necesitas nuestra ayuda?”
‘No, es algo personal.”
“Pero Miro…”
Nathan estaba preocupado por si Miro despertaba de repente y no sabían qué hacer.
No podía asegurar que Carol pudiera calmarlo, pero aparte de la esperanza que representaba Carol, no había mucho más.
Así que intentó convencer a Carol para que no se fuera.
Carol entendió su preocupación y le explicó,
“Anota mi número del móvil, si hay algún problema, llámame. Tengo algo urgente que
i
resolver ahora y es muy importante.”
Carol le dio su número rápidamente.
Le caía bien Nathan, siempre había sido muy respetuoso al hablarle.
Recordando algo más, añadió,
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“En un rato te enviaré una receta. Si de repente despierta y no pueden controlarlo, prepáraselo, debería funcionar.”
“¡Si, claro! ¡Muchísimas gracias!”
Nathan guardó el número y observó cómo Carol entraba en el ascensor y se iba.
Después de que Carol se fue, Nathan regresó a la habitación del hospital donde estaba Miro.