Capítulo 370
Capítulo 370
“Bueno.” Noelia obedeció y cerró los ojos.
Sofia se acercó a la cama de Leonardo, y descubrió que su hijo también estaba despierto.
“Leo, ¿por qué aún no te has dormido?”
“Mamá, ¿fuiste a buscar a papá?” preguntó Leonardo. NôvelDrama.Org owns © this.
“Leo, ¿por qué dices eso? Mamá se fue de viaje.”
“Escuché un poco de lo que decías con mi madrina en la habitación, hablaban de traer a papá de vuelta.” Leonardo habló con sinceridad.
Sofia se sorprendió por un momento. Su hijo siempre había sido más maduro y consciente que otros niños de su edad.
“Si, fui a buscar a tu padre. Leo, sé bueno y obedécele a tu madrina, cuida de tu hermanita, ¿vale?” Sofia decidió no seguir mintiéndole a su hijo, aunque no le dio muchos detalles, solo mencionó que iba por su padre.
Leonardo asintió suavemente con la cabeza.
Sofia se levantó, apagó la luz de la habitación y se fue.
Al regresar a su habitación, sacó su maleta y comenzó a empacar. David había dicho que partirían mañana, y ella no podia esperar ni un solo momento más, deseaba poder volar a Roma inmediatamente.
Al día siguiente, temprano, David y Gerard vinieron a buscar a Sofia. Decidieron no pedir a nadie más que los acompañara y los tres partieron solos. Después de más de diez horas de vuelo, finalmente llegaron a Roma.
David instaló a Sofia en el mismo hotel donde habia estado con Rafael anteriormente, incluso en la misma habitación. Algunas pertenencias de Rafael aún estaban en ese lugar. Gerard, debido a haber tomado dos vuelos largos en un corto período de tiempo después de una cirugia, reabrió su herida y casi se desmayaba al bajar del avión. David rápidamente hizo que lo llevaran al hospital.
Los subordinados que habían quedado en Roma continuaban buscando a Rafael sin éxito. Desde el incidente hasta este momento habían pasado 7 dias. Normalmente, si alguien desaparecido no se encuentra en tres días, las probabilidades de sobrevivir eran muy bajas. Pero todos se negaban a darse por vencidos y continuaban enviando gente a buscar, con Gerard incluso buscando ayuda gubernamental, utilizando todos los recursos disponibles para encontrar a Rafael.
Sofia, sin detenerse a descansar, insistió en que David la llevara al muelle donde ocurrió el incidente de Rafael. David sugirió que descansara primero, ya que su gente seguía buscando. Pero ella no podia quedarse quieta. Sin otra opción, David la llevó al lugar del accidente.
Con pasos pesados, Sofia bajó del coche. El mar estaba tranquilo, y Rafael parecía haberse disuelto en él, sin dejar rastro, imposible de encontrar.
Sofia se negaba a llorar, no podía permitirse llorar y tampoco podía derrumbarse.
Sus hijos todavia esperaban que ella trajera a su padre de vuelta a casa.
Sofia le pidió a David que se ocupara de sus asuntos, asegurándole que estaría bien sola. David, después de dejar a un subordinado con Sofia, regresó al hotel.
Sofia vagó sola por la playa hasta que anocheció, caminando de un lado a otro en el muelle donde ocurrió el accidente de Rafael, imaginando la escena del bote explotando en el mar que David habia descrito.
Miró hacia el cielo, nublado y sombrio, reflejo de su estado de ánimo. Sus ojos se llenaron de lágrimas, nublando su visión.
“Rafa, ¿dónde te encuentras?”