Capítulo 356
Capitulo 356 , Quién dice que no puedo soportarlo?
El calor recorrié sus mejillas y una sensacioén abrasadora se extendio hasta la raiz de sus orejas.
Luchando por calmar sus pensamientos acelerados, fingid compostura y pregunto: “;Qué pasa?”
Jean apoyé la barbilla contra su hombro, sus labios tentadoramente cerca de su oreja. El exhald suavemente contra la curva de su oreja y murmuré: “Estoy un poco cansado, no puedo caminar”.
Sus cejas se fruncieron levemente cuando preguntd: “Parece que esta vez, en comparacién con las veces anteriores, he usado mas energia. Una picazon le hizo cosquillas en las orejas a Neera, y ella luch6 contra el impulso de rascarlas. Respondiendo con un tono mesurado, comento: “Esto debe tener algo que ver con tu mala salud, ademas, no has estado enfermo ultimamente. Debes haber aumentado tu carga de trabajo, gverdad?
Jean no pudo defenderse.
jHice!
jHa sido bastante... imprudente por mi parte!
Neera guard6 silencio, reconociendo que su suposicién era correcta, pero no pudo evitar sentir un toque de insatisfaccion. “Estas enfrentando las consecuencias de tus acciones. jAhora estas sufriendo el doble y te lo has buscado tu mismo!
Al presenciar su abrupta irritacidn, Jean arqued una ceja, no solo tranquila sino también agradecida.
Su garganta se sacudid, una risa reprimida se escapo antes de sugerir: “Ayudame a volver a la cama y llama a Lan para pedir ayuda también”.
Pesaba mucho y temia que Neera no pudiera levantarlo.
Neera compartié la misma preocupacién y, con todas sus fuerzas, lo hizo volver a la cama.
Sin embargo, el peso de Jean resulté abrumador, incluso con su apoyo. A pesar de sus esfuerzos, su inercia hizo que volviera a deslizarse hacia abajo tan pronto como ella logré levantarlo.
En el siguiente latido, sus labios se encontraron con la clavicula de Jean...
El contacto solido, firme y calido la dej6 momentaneamente aturdida.
Una mirada serena reemplaz6 rapidamente la sorpresa inicial de Jean. El la estudio atentamente y dijo en un tono significativo: “Sra. Garcia, noté que te gusta aprovechar las situaciones cuando me tratas. No recuerdo tal cosa en el contrato anterior, everdad?
Dejé en claro que se estaba burlando de ella a propésito.
Neera, sin embargo, parecia un gato asustado, su comportamiento se erizaba cuando rebotaba en él. Nerviosa, ella respondio: “iTu... deja de decir tonterias! Siempre ha sido accidental, gverdad? jNo hagas que parezca que soy ese tipo de persona!
La sonrisa de Jean se hizo mas profunda cuando respondi6é Las mejillas de Neera ardieron de vergtienza, la urgencia por aclarar la empujé a soltar: “;Callate! jNo soy! E incluso si lo fuera, no me atreveria a actuar en consecuencia, jespecialmente con un paciente como usted! Quiero decir, mirate ahora. gQuién sabe si estas dispuesto a hacerlo?
Los ojos de Jean se oscurecieron peligrosamente, su voz era un grufiido bajo: “;Estas diciendo que no puedo soportarlo?”
La agitacion de Neera la invadio y sus palabras se le escaparon antes de que entendiera lo que decia. Mortificada, deseo poder darse una bofetada.
Que acabo de decir?
jQue embarazoso!
Sin embargo, las palabras salieron, irrevocables, y no tuvo mas remedio que seguir adelante, tragandose su orgullo: “Yo... quiero decir, es simplemente la verdad. Dificilmente estas en condiciones de caminar ahora mismo, , verdad?
Con eso, se gird y huy6 sin mirar atras, la vergiienza era demasiado dificil de soportar.
Al observarla alejarse como un conejo asustado, la risa de Jean se mezclo con un dejo de exasperacién.
jSi las circunstancias fueran diferentes, él le mostraria lo capaz que era!
Después de que Neera salié de la habitacion, rapidamente llamo a Lan.
“Jean esta débil en este momento. ;Deberias ayudarlo a bafiarse, ya vuelvo!
Con eso, ella aceler6 sin esperar la respuesta de Lan.
Después de acostar a sus trillizos, Neera regres6 a la escena.
Para entonces, Jean ya estaba dormido.
Al ver a Neera regresar, Lan mostro una pizca de sorpresa: “Sra. Garcia, gpor qué has vuelto?
Neera ofrecié una explicacién sencilla: “Dado el estado debilitado de Jean, pueden ocurrir situaciones inesperadas durante la noche y es posible que no puedas manejarlas”.
Lan expreso su gratitud cuando dijo: “Gracias, Sra. Garcia, por preocuparse por Jean. Se agradece mucho tu dedicacion. Por favor, no dudes en decirme si pasa algo”.
Neera asintio y luego afiadio: “Oh, si, podria molestarte para que alguien vigile a mis trillizos? En concreto, Penny. A veces se despierta en mitad de la noche para buscarme. Tengo miedo de que si no puede encontrarme, se asuste”.This belongs to NôvelDrama.Org.
Lan estuvo de acuerdo de inmediato: “Por supuesto, enviaré a alguien de inmediato. Sefiora Garcia, jno se preocupe!
ijPareces tener bastante sed!”.