Esta Vez, ¡No Perderé!’

Capítulo 147



Capítulo 147 

Beatriz, en esos dias, aún no habla comenzado su capacitación en el grupo, así que pasaba su tiempo libre cavilando sobre el guion. 

Esther habia encontrado un trabajo en la empresa de su padre, y hacía muchos dias que no se veian. El sábado, Esther invitó a Beatriz a salir 

Después de los golpes recibidos en el trabajo, Esther se vela bastante agotada, apoyándose en la mesa y suspirando: “Quiero ser la vicepresidenta de la empresa, pero mi papá insiste en que emplece desde abajo“. 

Beatriz respondió: “Señorita, mejor escucha a tu papá

Esther estiró la mano: “Bea, conozco un buen lugar, vamos a divertirnos un rato“. 

Media hora después. 

Beatriz miraba a los jóvenes guapos que Esther habia llamado. 

Beatriz siempre supo de la existencia de esos lugares, pero no le gustaba frecuentarlos. 

La razón era simple. 

Beatriz sentia que valía mucho más que esos jóvenes, ¿por qué debería gastar dinero en ellos? 

Además, ninguno era tan guapo como Mauricio. 

Pero las bebidas y postres del club eran bastante buenos, así que Beatriz se concentró en disfrutar de algunas cosas y tomó dos bebidas. 

Las bebidas tenían algo de alcohol, y Beatriz sintió calor en el rostro, por lo que fue al baño a refrescarse con agua fría. Al salir, justo escuchó voces al doblar la esquina: “Mauri, has ganado bastante dinero últimamente, ¿eh? Realmente lo haces bien en todo, un joven exitoso“. 

Mauricio respondió con un tono algo arrogante: “Solo es cuestión de suerte“. 

“No atribuyas todo a la suerte, ¿cómo es que nosotros no tenemos esa misma suerte?”, preguntó Tomás, “Beatriz todavía no te ha contactado?” 

Al recordar a Beatriz, Mauricio se sintió vulnerable. 

Penso que el enojo de Beatriz era solo una táctica para atraerlo, que estaba celosa de Fiorella. 

Pero después de tanto tiempo, Beatriz ni siquiera habia llamado. 

Ni un solo mensaje había enviado. 

Aún así, frente a la pregunta de Tomás, Mauricio respondió insatisfecho: “Si me llama, no contesto

Tomás comentó: “Beatriz realmente te quiere, ¿eh?” 

Tomás y Mauricio eran buenos amigos. 

El tipo de amigos que se preocupan por la felicidad del otro, pero también sienten envidia de sus éxitos. 

Si una mujer como Beatriz lo persiguiera a él, solo por su belleza y figura, olvidaria a diez Fiorellas y elegiría a la belleza 

rica. 

Pero cuando se trata de su amigo…. 

¿Qué hombre quiere que la esposa de su amigo sea una diosa? 

Y además, Fiorella no solo trataba bien a Mauricio, sino que también tenia una buena actitud hacia ellos, no como Beatriz, que se comportaba distante como una señorita de alta alcumia. 

Solo por esa razón, preferían que Fiorella estuviera con Mauricio. Content © provided by NôvelDrama.Org.

“¿Alguna vez has visto al esposo de Beatriz? ¿Ese tal Mangone? ¿No es que tu familia queria su Inversión para un proyecto?”, preguntó Tomás con curiosidad, “Dicen que Javier es muy poderoso, un magnate inalcanzable. Que Beatriz se haya casado con él por dinero, también fue un gran ablerto“. 

“Lo he visto“. 

Mauricio recordó a Javier y, por alguna razón, sintió un profundo desprecio y temor. 

Siempre había sido el favorito de la fortuna. 

Mauricio era guapo y provenía de una familia distinguida, con éxito tanto en el amor como en los negocios. 

Pero frente a Javier, todo parecia una broma. 

Presencia, apariencia, linaje, riqueza, todo era inferior. 


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