Chapter 526
Chapter 526
apítulo526
Alejandro, siempre orgulloso y terco, mostraba una sumisión inesperada en ese momento. La sorpresa invadió a Clara al verlo así, tan obediente, y contuvo sus emociones. La amplia y fuerte
espalda del hombre se extendía ante ella sin ningún tipo de ocultamiento. En ese instante, cuando
las impactantes contusiones y heridas se reflejaron en los ojos de Clara, sus pupilas temblaron. A
pesar de sus esfuerzos por reprimir sus emociones, su corazón dio un vuelco.
Al ver que Clara no decía nada durante un buen rato, Alejandro pensó que tal vez la había
asustado. Intentó girarse, pero ella lo sujetó firmemente.
-No te muevas, déjame revisar-dijo Clara.
-El médico dijo que con el tiempo mejorará-respondió Alejandro con voz baja y profunda, a pesar
de que estaba herido. Parecía estar tratando de consolarla.
-No necesitas decírmelo, puedo verlo por mí misma-respondió Clara sin rodeos.
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Las palabras de Alejandro la dejaron perpleja, sintiéndose al mismo tiempo molesta y divertida.
No sabía que tenías un carácter tan fuerte y una lengua tan afilada cuando estabas a mi lado-dijo
con ironía.
-Antes, cuando estabas cerca, me estaba esforzando por complacerte-dijo Clara mientras bajaba las largas pestañas y pasaba sus dedos suavemente por las cicatrices de su espalda mientras examinaba sus heridas. Su voz sonaba fría e imperturbable. -Pensé que, si era cariñosa y atenta, poco a poco te enamorarías de mí. Pero luego me di cuenta de tu naturaleza fría e insensible, así que dejé de de halagarte. Mirándolo ahora, me doy cuenta de lo tonta que fui. Me destrocé a mí misma por alguien que nunca podría amarme. Realmente no valió la pena.
La respiración de Alejandro se volvió agitada y sus labios se llenaron de amargura. En ese momento, sabía que había cometido un grave error, y los años de injusticias y maltratos lo habían dejado sintiéndose extremadamente culpable. Podía soportar el fracaso, pero no podía soportar la idea de que alguien se alejara de él.
En lugar de ser atraído por Beatriz, había caído en una trampa de su propio conflicto interior.
-Clara.
-Ya he terminado de revisar esta parte, da la vuelta, necesito examinarte-dijo Clara mientras daba palmaditas en su hombro.
-El médico ya me ha revisado- protestó Alejandro.
-No confío en los demás, solo confio en mí misma. Da la vuelta-respondió Clara con indiferencia
mientras examinaba sus heridas. Sus ojos revelaban una tranquila determinación.
Alejandro se sintió confundido por la situación, pero solo necesitaba seguir las órdenes de la
Señorita. Así que se giró.
En ese instante, sus miradas se encontraron.
Clara vio esos sólidos abdominales de ocho paquetes y sintió como si un pequeño conejo saltara emocionado en su interior. Aunque este tipo pudiera ser un canalla, su físico era realmente impresionante. Se esforzó por mantener la calma mientras palpaba y exploraba sus piernas,
brazos y abdomen, concentrada en su examen.
Alejandro la miraba fijamente viajando a través de sus profundos ojos, y sus emociones internas se agitaban cada vez más fuerte. En ese momento, anhelaba con urgencia verificar un detalle..
-Tu condición física es buena debido a tu formación militar, por lo que no has dañado ningún hueso ni tendón, pero debemos prestar atención a los hematomas en tu espalda. Mi compañía farmacéutica ha desarrollado recientemente un medicamento muy efectivo para lesiones externas, te traeré algo para que lo apliques-dijo Clara con indiferencia mientras acariciaba suavemente las costillas de Alejandro.
De repente, su mano fue firmemente agarrada por el hombre, y luego Alejandro colocó su cálida palma en su propio pecho musculoso. Clara abrió los ojos sorprendida y se sintió confundida.
-¿Qué estás haciendo? -preguntó ella.
-¿Puedes revisar esta área por mí? -dijo el hombre, mirándola directamente, su respiración volviéndose más pesada.
-No puedes, ¡suelta! -respondió Clara, sintiéndose ansiosa y luchando por separarse de él.