Chapter 188
Capítulo 188
Al escuchar esto, las cejas de Pedro se fruncieron.
Anna siempre actuaba de manera amable y adecuada, ¿por qué está tan emocionada hoy? -¿Debería saberlo? -preguntó Pedro en respuesta.
Mirando la expresión indiferente de Pedro y la herida conspicua en sus labios, la envidia de Anna se revolvía en su interior, pero en su rostro solo se reflejaban lágrimas de tristeza.
-Pedro, cuando mi madre estaba gravemente enferma, estaba desconsolada y supliqué a alguien que encontrara una cura para su enfermedad. Tú me consolaste diciendo que si existía una medicina tan poderosa, la comprarías por mí.
Con pesar en su mirada, Anna continuó: -Aunque el medicamento desarrollado por el profesor Flores no es para curar la enfermedad de mi madre, también deseo llevarlo al mercado con mis propias manos, como una forma de compensar mi pena interior.
Resultó que la insistencia de Anna en obtener este proyecto se debía a su madre.
Pedro apenas recordó los asuntos de su juventud, pero Anna realmente estuvo triste durante mucho tiempo debido a la muerte de su madre.
-Pedro, Bella no es la única que puede encargarse de este proyecto. Puedes encontrar otros proyectos rentables para que ella se ocupe. Permíteme seguir a cargo de la representación de este medicamento, ¿está bien? -le suplicó Anna, con los ojos enrojecidos.
Esta era la primera vez que Anna le suplicó a él, y Pedro vacilaba.
Bella ya había recibido noticias y, si se enterara de que el proyecto se le había quitado y había dado a Anna, seguramente se enfadaría.
A Pedro no le importaba si ella se enfadaba o no.
Pero después de mucho tiempo, Bella había estado tranquila y no había estado atacando a Anna. Pedro no quería que volviera a causar problemas debido a esto. NôvelD(ram)a.ôrg owns this content.
se lo
-Anna, lo importante es que el medicamento sea beneficioso para la gente, no importa quién esté a cargo dijo Pedro-. Si aún te sientes incómoda, haz que tus subordinados se ocupen de más proyectos relacionados con medicamentos.
Anna entendió que Pedro no le asignaría el proyecto para que ella lo gestionara.
No importaba cuánto discutiera o protestara, no servía de nada.
Además, solo hacía que Pedro lá encontrara más desagradable.
Así
que, a pesar de su resentimiento interno, Anna decidió aceptarlo.
Afortunadamente, en este momento Pedro mostraba cierta culpa hacia ella y su expresión
volvió a ser suave como antes.